Las reiteradas demandas de los grupos parlamentarios de la oposición para que el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) diera a conocer las encuestas de opinión de todo tipo que encargaba, incluidas las electorales, no fructificaron hasta febrero de 1998. Con cargo a los presupuestos del Departamento de Presidencia, los sucesivos gobiernos de Jordi Pujol han realizado sondeos de opinión sobre asuntos de su interés, entre los que se cuenta la evolución de la opinión política de los electores. A partir de la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlament en las elecciones de 1995, el Gobierno de Pujol no pudo mantener la práctica de utilizar los sondeos para su uso exclusivo y ante las crecientes acusaciones de partidismo, se vio obligado en febrero de 1998 a regular esta cuestión mediante un decreto. Desde entonces, los sondeos que realiza son depositados en un registro del Parlament, en el que están a disposición de la oposición. Los sondeos de opinión que desde entonces encarga el Gobierno catalán no incluyen preguntas sobre intención de voto, según indicaron fuentes de la Generalitat. Las encuestas específicamente electorales las encarga el partido o la coalición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de mayo de 1999