Un indigente de Sant Vicenç de Castellet, con problemas de drogodependencia, se pasó ocho horas dentro de una ambulancia de la Cruz Roja porque ningún centro hospitalario lo aceptaba. El rocambolesco peregrinaje en busca de un centro sanitario ocurrió el pasado 17 de mayo. Pedro González Moliné, de 33 años, se encontraba en una calle de Sant Vicenç de Castellet en un estado que requería su ingreso en un centro asistencial de salud mental, según consideró la médica Alexandra Rabat, del centro de asistencia primaria del municipio. A las diez de la mañana, el enfermo fue recogido de las dependencias de la Guardia Civil. La médica ordenó el traslado a L"Ametlla del Vallès, pero no tenía la conformidad del centro y cuando la ambulancia llegó a su destino se encontró con que no había plazas disponibles. Se intentó retornarlo al Hospital General de Manresa, pero los servicios de guardia del departamento de salud mental de este centro indicaron que no era necesario el ingreso en un hospital. Los familiares que acompañaban a Pedro González tampoco querían hacerse cargo de él y se inició un largo proceso con los máximos responsables de la Región Sanitaria Centro, del Servicio Catalán de la Salud, y el Servicio Sociosanitario de la Región para encontrar una solución. A las seis de la tarde se comunicó a la Cruz Roja que el hombre debía ser trasladado al hospital psiquiátrico de Martorell, donde finalmente quedó ingresado. Cruz Roja de Manresa ha presentado su queja a las instituciones implicadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 1999