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Vivan Acosta recrea el mundo de la santería cubana en la Muntaner

Una mesa con dos velas y una talla religiosa. Una mujer convencida de sus poderes para mejorar el destino del prójimo y de que accederá a la santidad cuando su marido, Teodoro, fallezca. Un ambiente propio de un ritual de santería, que es también la propuesta escénica de un espectáculo teatral, Cuando Teodoro se muera, que la cubana Vivan Acosta presenta hasta finales de mes en la Sala Muntaner de Barcelona. La protagonista de esta historia es, según la actriz que la interpreta, "una persona muy fuerte, una vieja practicante de las diferentes religiones del sincretismo, que puedes encontrar en cualquier esquina de La Habana". En el montaje no hay burlas, no hay ridiculizaciones ni voluntad de convencer de creencia alguna al espectador. Tampoco folclor. Sí hay, en cambio, una apuesta por la investigación por parte de Acosta y del director del espectáculo, José González. Por un lado, han querido indagar en las raíces de la cultura afrocubana, y por otro, en las posibilidades del teatro más alejado de los corsés y los esquemas tradicionales. "Cuando Teodoro se muera es una pieza de laboratorio en la que se trabajan la energía, la actuación en trance, la intuición. Se presenta en forma de monólogo, pero es más bien una performance", señala la protagonista.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 1999