A pesar de que la contaminación es hoy por hoy el problema más acuciante de la cuenca del río Oria (afecta al 58%), un reciente estudio encargado por la Diputación de Guipúzcoa advierte del excesivo afloramiento de algas, factor que impide el derrollo de las especies piscícolas. El informe, presentado ayer por el diputado de Obras Hidráulicas y Urbanismo, Jorge Letamendia, propone preservar los tramos fluviales que se han mantenido en buen estado (42% de la longitud), la plantación de árboles de ribera en los sectores que actualmente están desprovistos de arbolado, la construcción de 45 escalas piscícolas y que las principales tomas de agua respeten un caudal mínimo del 10%. Todas estas medidas, que supondrían una inversión cercana a los 500 millones de pesetas, servirían para recuperar el hábitat del río Oria. Letamendia hizo un llamamiento a los ayuntamientos y al Gobierno vasco para que se impliquen en la regeneración. La Diputación aprobará la próxima semana la construcción de la depuradora de Legorreta, en la zona más contaminada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 1999