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TRIBUNALES LANZARON EXPLOSIVOS

Penas de un año de cárcel para los 3 antimilitaristas que atacaron un cuartel

La Audiencia de Valencia ha condenado a penas de un año de prisión a los tres jóvenes antimilitaristas que atacaron, el 18 de julio de 1996, un cuartel militar de Valencia. El tribunal les considera culpables de un delito de estragos por imprudencia. La Fiscalía y el abogado del Estado solicitaban un castigo de entre ocho y 12 años de prisión por un delito de estragos y otro de tenencia de sustancias explosivas. El fallo considera probado, tal como reconocieron los acusados durante el juicio, que los tres procesados planearon atacar algunos iconos de lo que consideraban sociedad capitalista: una cafetería de lujo - símbolo de la burguesía-, un templo (encarnación física de la Iglesia) o un cuartel militar. Finalmente, escogieron este último objetivo porque, como declaró Javier R. V., uno de los tres condenados, "sabía que 60 años antes el Ejército había cometido asesinatos". El tribunal también acepta que lanzaron tres cócteles molotov contra un acuartelamiento de Valencia, pero, en contra de las tesis de la acusación, considera que querían provocar "revuelo público" y no la destrucción del centro castrense, que resultó con "daños menores". Por todo ello -los resultados de su acción y el carácter reivindicativo de ésta-, la sección tercera de la Audiencia condena a un año de prisión a Javier R. V.; Rafael T. G. y Jaime N. G, antimilitaristas que, al carecer de antecedentes penales, no ingresarán en prisión. El tribunal también les ha exculpado del delito de tenencia ilícita de explosivos: sus artefactos consistían en poco más que una botella de sidra y gasolina.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de mayo de 1999