La Policía ha llegado a la conclusión de que el hombre que apareció muerto -con cuatro tiros en el costado- en el interior de una furgoneta, formaba parte de una banda que fue sorprendida mientras intentaba robar 300 kilos de hachís y polen. Según la información facilitada por la Policía, la víctima, junto a otras cuatro personas, intentaron en la madrugada del día 21 de mayo robar las citadas drogas del interior del almacén propiedad de Andrés A. R., de 48 años, y ahora detenido como principal sospechoso del crimen. Al parecer, el presunto homicida, al percatarse de la presencia de estas personas, vestidas totalmente de negro para pasar desapercibidas, tal y como apareció la víctima en el interior de la furgoneta, intentó impedir el robo por lo que se produjo un intercambio de disparos que acabó con la vida de un hombre (del que se desconoce su identidad, pero se sabe que es extranjero) que fue trasladado hasta el hospital por sus compinches, quienes le abandonaron en el interior del citado vehículo. La Policía encontró al presunto asesino, al que se le acusa de homicidio y de cometer un presunto delito contra la Salud Pública. Secuestro y tortura "El detenido no posee antecedentes penales, aunque sí se ha podido confirmar que se trata de la misma persona que en julio de 1995 fue liberada en Estepona (Málaga), después de ser secuestrado y torturado por una banda organizada a la que este hombre presuntamente había robado un alijo de 500 kilogramos de hachís, del que se había apoderado en una playa de la zona", según relató el comisario jefe algecireño, Florentino Villabona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de mayo de 1999