El Gobierno regional aprobó ayer destinar 1.900 millones de pesetas del presupuesto autonómico al derribo de los poblados marginales vallecanos de La Celsa y La Rosilla y al realojamiento de sus habitantes en viviendas de alquiler. En estos dos enclaves viven 274 familias (110 en La Celsa y 164 en La Rosilla), que, en su mayoría, serán trasladadas a pisos adquiridos por la Comunidad en toda la región y arrendadas a precios de vivienda social.El compromiso del presidente autonómico, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, es desmontar ambos barrios, convertidos en hipermercados de la droga, para abril del 2000. En La Rosilla se han derribado ya 13 casas y en La Celsa las primeras demoliciones empezarán en junio.
La candidata socialista a la presidencia de la Comunidad, Cristina Almeida, aseguró ayer que "los realojamientos no pueden ser simples traslados de un sitio a otro, sino que deben lograr erradicar los problemas reales con políticas sociales".
Asimismo, el grupo municipal de IU, prometió ayer, a través de su candidata a la alcaldía, Inés Sabanés, un plan para la eliminación en tres años de las chabolas de Las Barranquillas, Pitis y El Salobral y del barrio de realojamiento de Las Mimbreras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de mayo de 1999