La policía brasileña puso en marcha ayer una amplia operación por tierra y aire para capturar a los 340 presos que se fugaron la noche anterior de la cárcel municipal de São José dos Campos, a 87 kilómetros de São Paulo. Dos centenares de policías, apoyados por perros rastreadores y helicópteros, se lanzaron a la caza y captura de los fugitivos. Según la policía militar, de los 340 presos fugados, 75 fueron capturados en las horas siguientes (cuatro de ellos en la imagen), dos murieron durante la operación policial y tres han resultado heridos, al parecer al resistirse a la detención. La fuga masiva fue organizada por varios reclusos que desarmaron a un guardia y le obligaron a entregar las llaves de las celdas y de los portones de la cárcel, tras atraerle con un grito de auxilio para un compañero que fingió estar enfermo. Después, todos salieron andando por la puerta principal de la prisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de junio de 1999