Los tres grandes museos rusos son el Ermitage de San Petersburgo, el Pushkin y la galería Tretiákov de Moscú, pero ninguno es más ruso que esta última, con fondos exhaustivos que van desde una extraordinaria colección de iconos hasta las obras maestras de la explosión artística del XIX, de las vanguardias y el realismo socialista. Un convenio que acaba de firmarse entre el BBV y la galería hará posible que a partir de octubre se ofrezca al público de Madrid y Bilbao la posibilidad única de acceder a una selección, tal vez la más amplia que ha salido al extranjero, de la mejor pintura rusa del XIX. Los cuadros viajeros serán 52, y entre ellos figura un retrato pintado por Repin del propio Pável Tretiákov, el mecenas que en 1856 inició una colección que terminó regalando a Moscú y que se convertiría en estatal en tiempos soviéticos. No sólo compró obras ya realizadas, sino que descubrió nuevos talentos y becó a jóvenes promesas. Al mismo tiempo, encargó a artistas consagrados retratos de los personajes más destacados de su época, sobre todo en los campos de la ciencia y la cultura.
El retrato del compositor Musorgski, también de Repin, completado cuando a éste apenas le quedaban unos días de vida, es sin duda una de las joyas de la selección que viajará a España. Como lo son igualmente tres paisajes de Levitán: Bosque de abedules, Viento frío en el Volga y Atardecer en el Volga. Retratos, paisajes, escenas domésticas y costumbristas que, para ojos españoles, pueden sugerir una cierta proximidad. Así lo pone de manifiesto Alfonso Pérez Sánchez, que ha participado en la selección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de junio de 1999