Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crítica:FLAMENCO

Insobornables

Es Lebrija uno de los centros cantaores históricos que conserva más incontaminado su propio estilo cantaor. Y precisamente a través de esta familia, la inagotable descendencia de Pinini: los Bacán, los Perrate, los Funi... La representación que protagonizó este primer concierto del ciclo Las fuentes del flamenco de la Residencia de Estudiantes, con dos nietas de Pinini en el cante, ofreció una muestra cabal del arte que durante décadas se hacía en sus casas y ellos fueron asimilando probablemente sin tener conciencia de ello. No son artistas en el sentido convencional del término, en el escenario se comportan sin ningún alarde de virtuosismo, pero rezuman en todo su comportamiento un arte jondo de muchos quilates.

Lebrija

Cante: Joselito de Lebrija, Inés Bacán, Pepa de Benito. Toque: Antonio Carrasco Malena, Antonio Moya. Baile: Carmen Ledesma, Concha Vargas. Madrid, teatro del Instituto Ramiro de Maeztu, 10 de junio.

Quizá por ello mismo no fácilmente asumible para quienes no saben de antemano lo que van a ver y a oír. Carmen Ledesma y Concha Vargas pusieron su baile enduendado, tan de raza también, tan enraizado en esa zona privilegiada de la geografía flamenca. Y Joselito de Lebrija sigue siendo un joven cantaor que a veces nos parece que canta como los viejos. Una gran noche de sentimiento jondo del que ya va quedando poco.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de junio de 1999