El fiscal, en su conclusiones definitivas, calificó ayer de homicidio voluntario, en lugar de por imprudencia, la muerte a golpes y pedradas de un hombre en la playa de San Juan de Alicante. Este cambio en la calificación de los hechos conllevó un endurecimiento de las penas para los dos acusados, Normando G. y Pablo L., para quien el fiscal solicitó 13 y 12 años de cárcel, respectivamente. El hecho de que la acusación pública considere los hechos como un homicidio doloso llevó al tribunal que juzga el caso, la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, a plantearse la inhibición por considerar que la competencia corresponde a un tribunal con jurado. La resolución definitiva sobre esta cuestión la dará a conocer el tribunal el próximo día 18.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de junio de 1999