Cuatro meses después, y cuando peor pinta tenía, el Villarreal despertó. Los castellonenses se han asegurado al menos un puesto en el purgatorio de la promoción y mantienen opciones de alcanzar el cielo de la permanencia. Tuvo que ser un hombre de la casa, Paquito, sustituto del despedido Irulegui, el que lograra ayer, tras muchas jornadas de penosa andadura, despabilar a los castellonenses. Paquito desempolvó su cuaderno futbolístico para ilustrar a sus jugadores. Era el manual del buen uso y disfrute del fútbol de Paquito: orden, disciplina, concentración y trato con cariño del esférico. No hizo falta ninguna filigrana táctica. Simplemente pasasr del 5-3-2 de Irulegui al 4-4-2, así como cambiar a dos jugadores antaño intocables -Robert y Alberto- por dos defenestrados por Irulegui, Christiansen y Díaz. La ligera reestructuración resultó fructífera y el Villarreal sacó nota del examen que le planteó el Racing, que, pese a no jugarse nada, no llegó al Madrigal a hacer turismo. La metamorfosis del Villarreal afectó a todas sus líneas. No hubo despistes defensivos, ni lagunas en el centro del campo, ni indolencia en ataque. Desde luego, ayudó el inicio del encuentro, que no pudo ser más afortunado para los locales. En el minuto 3, Craioveanu adelantó a los suyos en un magistral lanzamiento de falta tras tocar en corto Gerardo. Y a partir de ahí, el Villarreal llevó el viento en la cola.
VILLARREAL 3
RACING 0Villarreal: Palop; Pascual, Tasevski, Téllez, García Sanjuán; Gerardo, Díaz, Albelda, Christiansen (Gaitán, m. 89); Alfaro (Moisés, m. 83) y Craioveanu (Alberto, m. 67). Racing: Ceballos; Mellberg, Arceno (Chema, m. 66), Sietes; Tais, Ismael, Shustikov (Neru, m. 46), Amavisca, Víctor; Salva (Bestchastnykh, m. 46) y Munitis. Goles: 1-0. M. 3. Craioveanu marca por la escuadra en el lanzamiento de una falta. 2-0. M. 43. Contragolpe que inicia Craioveanu y culmina Alfaro. 3-0. M. 62. Penalti de Ismael a Craioveanu que transforma Alfaro. Árbitro: Brito Arceo. Amonestó a Pascual, Arceno, Tais, Ceballos y Sietes. Unos 16.000 espectadores en el estadio de El Madrigal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de junio de 1999