La apatía de los electores y el debate sobre el ingreso del Reino Unido en la moneda única podrían ser los factores que expliquen el revés electoral del Partido Laborista del primer ministro, Tony Blair. Los primeros sondeos de las elecciones europeas en este país indican una pugna codo con codo entre la izquierda y el Partido Conservador. El descenso laborista alcanza al 25% de sus votos y a la mitad de los 62 escaños de las pasadas elecciones. De continuar la tendencia de las primeras 50 circunscripciones, los conservadores podrían duplicar sus escaños y obtener una treintena. Este dato es revelador cuando en todas las encuestas nacionales los conservadores están 20 puntos por debajo de los laboristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de junio de 1999