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GENTE

JULIO ROBLES DEBUTA COMO GANADERO

Desde la silla de ruedas a la que le recluyó hace diez años una gravísima cogida en la plaza francesa de Beziers, el torero Julio Robles ha cumplido uno de sus sueños: lidiar el ganado bravo que cría en su finca La Glorieta, en la localidad salmantina de Vecinos. El debú como ganadero, que le ha dejado muy satisfecho por el juego de los novillos, a dos de los cuales se dio la vuelta al ruedo, fue en la plaza de Potones. La ganadería de Robles tuvo su origen en las 30 vacas que le regaló su amigo José María Manzanares tras el accidente que lo dejó inútil para el toreo, a las que siguieron otras 10 de Enrique Ponce, además de las que le enviaron también Alipio Pérez-Tabernero, Loreto Charro, Dámaso González, Sepúlveda o El Sierro, y fue otro amigo y paisano, Pedro G. Moya, Niño de la Capea, quien le regaló el semental Presumido, del que Robles asegura que "está dando un resultado extraordinario". El torero, que ha recuperado ánimo y vive con intensidad las tareas del campo mientras sigue su intenso régimen de rehabilitación, dice que no pretende hacer negocio, sino "disfrutar de ella".-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 1999