Últimamente están apareciendo aparatos electrónicos relacionados con la sexualidad. Hace un mes se hablaba del gaydar, un artilugio que podría revolucionar el mundo de las citas entre homosexuales al avisar, mediante un cosquilleo en el bolsillo, de cuándo se acerca una pareja potencial, según afirmaba su inventor, el joven pintor heterosexual, de 20 años, David Elliot. Ahora, una estudiante de ingeniería, británica como el pintor, Kursty Groves, de 26, ha diseñado un sistema de alarma que, oculto en un sostén, mide los impulsos del corazón de la portadora y activa una alarma que puede ser captada por un satélite y permite localizar a la presunta víctima de un acoso sexual o un simple asalto. Inventos como éstos pueden evitar tanto violaciones como equivocaciones sobre gustos sexuales, y es posible que pronto aparezcan otros que ayuden a resolver los múltiples problemas del hombre del 2000. Claro que, de seguir así, más que humanos seremos unos robocops de carne y cables.- ,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 1999