En Andalucía, 129.000 personas sufren adicción al juego; otras 300.000 son población de riesgo. Con el fin de impedir que el número de ludópatas siga creciendo, ayer se presentó en Málaga el Programa para la Prevención del Juego Patológico. Este proyecto recibe apoyo de la Junta y de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (FAJER). Está dirigido a grupos estables -como asociaciones de vecinos, colectivos juveniles o centros de profesores- interesados en trabajar de forma continuada en la prevención de las patologías del juego. Se trata de preparar monitores, tanto entre los profesionales como entre antiguos jugadores ya rehabilitados, que trabajen en este campo. En Granada se ha realizado una experiencia previa que ya ha dado formación específica a más de 40 personas. El autor del proyecto, Daniel Blanco, señaló que "es un arma válida para frenar el incremento de personas adictas a los juegos de azar". Hizo ver que el plan, "extenso y complejo", no resulta fácil de llevar a la práctica, entre otras cosas porque requiere tiempo. "Hemos aprendido que las soluciones puntuales no son efectivas", añadió. Blanco manifestó que el programa "va más allá de la mera información sobre los peligros del juego", porque aspira a transformar las conductas de riesgo, ayudando a las personas afectadas a desarrollar sus habilidades sociales y capacitándoles para que puedan acercarse al juego con normalidad. José Manuel Rodríguez, comisionado para la Droga en Andalucía, recordó que el problema de las adicciones no atañe sólo a los estupefacientes. "Hay personalidades adictivas", explicó, "predispuestas a depender patológicamente de aquello que encuentren en su entorno, sean drogas, juego, sexo o Internet". Francisco Abad, de la Asociación Malagueña de Jugadores de Azar Rehabilitados, concluyó que en Málaga el problema es especialmente grave y afecta al 8,8% de la población. Esto significa una diferencia de siete puntos porcentuales con el dato de la comunidad autónoma. Abad reclamó la ayuda del Ayuntamiento para la puesta en marcha del plan: el representante municipal, Enrique Vega, aseguró que el consistorio daría su apoyo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 1999