La Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, vivió la noche del martes la presentación del Puerto de Valencia a un nutrido grupo de empresarios madrileños. Pero al margen del componente económico, de los discursos de los dos presidentes autonómicos que asistieron al evento se pudo extraer otra conclusión: una especie de unión de hecho entre dos de los barones del Partido Popular. Los discursos de Eduardo Zaplana y Alberto Ruiz-Gallardón fueron una retahíla de alabanzas entre ambas comunidades y una lección de la política autonómica del PP, frente "a aquellos que hacen de la reivindicación su única política". "La Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid son las que más están creciendo en nuestro país", "Nuestras dos comunidades representan una nueva forma de hacer política, de gestionar lo público abriéndolo a la iniciativa privada", "Nuestra concepción del Estado de las autonomías se basa en el un espíritu de colaboración y cooperación". Éstas fueron algunas de las frases que dijo Zaplana. Por su parte, Ruiz-Gallardón aseguró: "Las dos comunidades que estamos aquí hemos entendemos la España de las autonomías como colaboración para mejorar y no con el discurso victimista de otras comunidades". "Hemos sido objeto de un intento de separación [a Madrid y la Comunidad Valenciana] y tenemos que reparar ese error histórico", añadió. "Tenemos la obligación de vertebrar España". Esta parece la misión que se hayan encomendado sí mismos los dos presidentes autonómicos. El eje Madrid-Valencia, con el siempre presente proyecto del AVE, es el principal proyecto en el que se sustenta la relación entre ambos presidentes, pero no serían descartables acciones en el futuro. De hecho, Ruiz-Gallardón empeñó su cargo, y la sede de la Comunidad de Madrid, al pedir a los empresarios madrileños que opten por el Puerto de Valencia, con el detrimento que supone para otras zonas portuarias de España como Barcelona, Bilbao o Algeciras. Si Zaplana se granjeó el apoyo de los presidentes populares de Baleares y Murcia, alargando su figura al arco mediterráneo, ahora, el presidente de la Generalitat ha decidido proyectarse sobre Madrid. En la cena del martes hubo varios comentarios más o menos maliciosos. Zaplana y Gallardón han firmado un pacto de proyección hacia el futuro, y seguirán juntos hasta que llegue el momento de que cada uno juegue sus opciones. En todo caso, ambos hicieron un discurso de jefes de Estado ante las patronales de Madrid y la Comunidad Valenciana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 1999