Al menos 40 inmigrantes centroamericanos murieron ayer en el océano Pacífico, frente a las costas de los Estados mexicanos de Chiapas y Oaxaca, al chocar las lanchas en las que viajaban. La mayor parte de las víctimas iban sin documentos camino de Estados Unidos y arracimados en barcas cuya capacidad legal había sido ampliamente rebasada. El accidente ocurrió a principios de semana, pero las autoridades mexicanas no comenzaron la búsqueda hasta el jueves, cuando algunos vecinos denunciaron la llegada de cadáveres a la costa.
El director de Protección Ciudadana de la localidad mexicana de Tonalá (Chiapas), Julio César Antunes, indicó que las primeras noticias del accidente ocurrido en alta mar llegaron al mediodía del jueves (siete de la tarde, hora penínsular española). Antunes especula que el siniestro pudo deberse "al fuerte oleaje que se registra en el Pacífico mexicano provocado por el mal tiempo". Precisamente, el sureste de México está en estado de alerta debido a una onda tropical situada sobre el Pacífico. Las labores de rescate corrieron a cargo de la Marina mexicana aunque a las dos de esta madrugada se desconocía el número de supervivientes. Antunes cree que los inmigrantes pretendían "evadir a las autoridades migratorias mexicanas". Un portavoz de la Marina admitió que podría tratarse de decenas de indocumentados centroamericanos que trataban de cruzar México para alcanzar las costas de EEUU.
Según Antunes, las embarcaciones en las que viajaban los inmigrantes estaban hechas de fibra de vidrio. Eran lanchas de motor que aunque tenían capacidad para 20 personas "en el momento de la colisión transportaban a más de 40 cada una", explica el director de Protección ciudadana. "Ésta es una práctica común de los traficantes de indocumentados" que los llevan por alta mar y en determinado punto los depositan en tierra firme.
El alcalde de San Francisco del Mar, César Ventura, apuntó que hasta el momento se han localizado 30 cadáveres aunque continúa la búsqueda ante la posibilidad de que se encuentren nuevos cuerpos sin vida. El agente del municipio de La Gloria (Chiapas) Miguel González Solís calcula que puede haber hasta 40 muertos en el siniestro e incluso alguno más.
Los naufragios por exceso de carga son moneda corriente. En febrero de este año, 300 personas perdieron la vida en aguas del mar de China meridional frente a la isla indonesia de Borneo. Hace poco más de un año, el 14 de junio de 1998, unas 200 personas murieron ahogadas cerca del puerto de Bissau cuando intentaban huir de la ex colonia portuguesa a causa de la guerra. En septiembre de 1997, en Haití, una embarcación con 800 personas a bordo naufraga en las costas de la isla. El número de desaparecidos superó los 400 cuando la capacidad del navío era de sólo 80 pasajeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de julio de 1999