El viejo Gobierno de Kuwait, presidido desde hace más de 20 años por el príncipe heredero, Saad Al Abdalá Al Sabá, dimitió ayer, como establece la Constitución, para dejar paso a un nuevo gabinete que será dirigido por él mismo y continuará designando otra vez como ministros a los más destacados e influyentes miembros de su familia. Nadie duda de que el nuevo Gabinete de Kuwait continuará impulsando la mayoría de los antiguos proyectos políticos y sociales, entre los que destaca la kuwaitización del país, un programa planeado por el emir que trata de convertir a los naturales de Kuwait en una mayoría social, frente al 60% de población extranjera.
La kuwaitización se logra con importantes ayudas a la familia. Les dan 50 dinares mensuales, unas 25.000 pesetas, por hijo; el salario medio de un funcionario ronda los 250 o 300 dinares mensuales, y la natalidad es de cuatro hijos por mujer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de julio de 1999