Robert Daly y Terry Semel, copresidentes de Warner Bros., han anunciado su decisión de abandonar el cargo que han ocupado en los últimos 20 años. Su salida de la empresa deja vacante uno de los despachos con más poder en la industria del entretenimiento. De ellos dependía otra de las compañías del grupo Time Warner, la filial discográfica Warner Music Group. Daly y Semel habían sobrevivido a su mayor bache en la temporada 1997-98, cuando produjeron sonados fracasos cinematográficos como Los Vengadores o El cartero. Sin embargo, a ellos se atribuyen también algunos de los mayores éxitos de los últimos años, como las películas de Batman, Arma Letal o el último trabajo de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut, estrenado ayer en Estados Unidos.Los dos ejecutivos de Warner aseguran que su decisión de dimitir se debe estrictamente a motivos personales y a su interés por dedicarse a otros proyectos. La estabilidad financiera que han conseguido en Warner Bros. les ha permitido también acumular una considerable fortuna personal; entre los sueldos y los repartos de beneficios, sus ganancias en estos años rondan los 500 millones de pesetas (80.000 millones de pesetas).
Circulan varios nombres como candidatos a ocupar el puesto, entre ellos Joe Roth, presidente de Walt Disney Studios; Jeffrey Katzenberg, socio de la productora Dreamworks SKG, y Jeff Bewkes, presidente de la cadena de televisión de pago HBO y amigo personal de Ted Turner, el vicepresidente de Time Warner y dueño del 11% de la empresa. Las acciones de esta compañía cayeron casi un 2% cuando se conoció la dimisión de los dos altos directivos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de julio de 1999