La organización ecologista Greenpeace ha denunciado el envío a Japón desde el Reino Unidos de dos buques con media tonelada de combustible nuclear "susceptible de ser utilizado en la fabricación de hasta 60 bombas". La salida de uno de los barcos, el Pacific Teal, desde el puerto de Barrow, al noroeste de Inglaterra, fue retrasada unas horas en la madrugada de ayer por decisión de la British Nuclear Fuels Limited (BNFL) ante la acción de un grupo de miembros de Greenpeace que bloqueó la salida del puerto con un gran cartel de protesta. Siete activistas fueron detenidos, alguno de ellos procedente de Corea del Sur, posible ruta de los mercantes.El buque bloqueado pudo iniciar su viaje por la tarde, camino de Cherburgo (Francia), donde hoy recogerá su carga, unos 221 kilogramos de plutonio procesado y uranio con destino a varios reactores nucleares japoneses. Junto a él partió el segundo mercante, el Pacific Pintal, que transporta 225 kilogramos de óxido de uranio y plutonio procedente de Sellafield, la planta nuclear más activa y rentable del Reino Unido. Cada uno de los barcos dispone de varios cañones y entre su tripulación viajan 26 miembros de la Unidad de Seguridad Atómica, para evitar que el combustible nuclear sea objeto de algún acto de piratería en alta mar.
Está previsto que los mercantes abandonen aguas europeas mañana, aunque la compañía británica que realiza el envío y su homóloga francesa Cogema señalaron en un comunicado que "la ruta escogida y la fecha de llegada a Japón serán comunicadas un día después de su salida de Europa". Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que un buque mercante lleva a bordo armamento pesado para protegerse de cualquier ataque.
BNFL asegura que el plan de transporte se ajusta a las recomendaciones internacionales y ha sido aprobado por los gobiernos de Londres, París, Tokio y Washington. Es, asimismo, la primera vez desde 1992 que se realiza un envió de material susceptible de ser utilizado en la fabricación de bombas nucleares.
Greenpeace considera que los barcos sufrirán "serios problemas" en su ruta hacia Japón, no tanto por la acción de sus activistas como por el riesgo de que elementos criminales organizados internacionalmente deseen hacerse con la carga. "Puede haber Estados deshonestos, además de grupos terroristas, interesados en el cargamento", explicó un portavoz de la organización ecologista en Londres. Tras el éxito de su primera acción, que demoró por una horas la salida del Pacific Teal hacia Cherburgo, Greenpeace señaló ayer que "documentará cada escala de este transporte obsceno".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de julio de 1999