Una manifestación en Barcelona, a la que asistieron uns 5.000 personas, y otra en Terrassa en la que se concentraron unos 3.000 manifestantes, sirvieron ayer para reclamar el fin de las agresiones racistas y xenófobas que se han vivido en las últimas semanas en Cataluña. "La ley de extranjería es una porquería" fue la frase más coreada en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, en la concentración ciudadana contra el racismo convocada por más de 50 asociaciones -entre ellas, SOS Racismo y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona-, sindicatos y todos los partidos políticos catalanes con representación parlamentaria. Predominaba gente joven y muchos inmigrantes, además de representantes de las instituciones. Al leerse el nombre de las asociaciones convocantes, hubo dos que recibieron una sonora pitada: el PP y el Gobierno catalán. La periodista y escritora Maruja Torres fue la encargada de dar lectura al manifiesto unitario. En Terrasa, fueron unas 3.000 las personas que asistieron a la manifestación antirracista y por la tolerancia y la convivencia. El acto estaba convocado por 160 entidades locales y fue encabezado por el alcalde de la ciudad, Manuel Royes, junto con los portavoces de todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento y dirigentes sindicales y vecinalesPASA A LA PÁGINA 5
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de julio de 1999