Juan José Barcia Goyanes no para. A sus 97 años -con casi 70 años de trabajo en el campo de la neurología-, forma parte de una saga familiar que cuenta con un récord Guinness por la dedicación a la medicina de ocho generaciones consecutivas. Recientemente impuso en Valencia la beca de médico a una biznieta, más de 200 años después de que en 1792 el primer Barcia se dedicara a la profesión. En la familia, sin embargo, hay cabida para todo tipo de actividades. Uno de los nietos de Juan José es el bailarín y coreógrafo Nacho Duato. Pregunta: Una de sus mayores obras es una colección de 10 volúmenes de historia del lenguaje médico. ¿Por qué se decidió a hacerlo? Respuesta. Lo comencé cuando me jubilé, calculé que me llevaría cuatro o cinco años, pero me llevó mucho más tiempo. Tuve que refrescar muchos idiomas que había estudiado: latín, árabe, hebreo, griego y recoger manuscritos microfilmados de bibliotecas repartidas por todo el mundo. P. ¿Sigue pasando consulta? R. Dos días a la semana de psiquiatría y neurología. Pero es poco trabajo: antiguos clientes e hijos de antiguos clientes, porque ahora los médicos que no estamos en sociedades aseguradoras no tenemos mucha clientela. P. ¿Pese a estar jubilado? R. Sí. No hay que confundir la jubilación con el descanso. Si se descansa se envejece mucho más pronto. Hay que cultivar el cerebro, si no se hacen funcionar las reuronas, se anquilosan como cualquier otra parte del cuerpo. P. Y sigue escribiendo. R. Sí. Ahora va a salir una obra sobre los términos anatómicos en la Biblia. En el Antiguo Testamento se usan muchos nombres mal traducidos, sobre todo los órganos de animales sacrificados que se entregaban a los sacerdotes. Los escrituristas saben mucho y dominan el griego o el arameo, pero de anatomía no suelen saber nada. P. ¿A que achaca su buena salud? R. El que tiene genes de viejo, tiene mucho adelantado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 1999