El Gobierno italiano firmó ayer uno de los proyectos de ley más polémicos de la actual legislatura: el que regulará, una vez aprobado por el Parlamento, los espacios de publicidad electoral en televisión. La nueva ley prohíbe comprar espacios publicitarios en la televisión a todos los partidos políticos un mes antes de unas elecciones. Las intervenciones en televisión sólo podrán efectuarse en los programas de carácter político, a los que tendrán que ser invitadas todas las fuerzas que se presenten a las elecciones para garantizar la igualdad entre los partidos. La ley golpea especialmente al líder de oposición, Silvio Berlusconi, que controla tres cadenas de televisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 1999