Uno de los 450 niños saharauis acogidos durante el verano por familias de la región sufrió el pasado lunes los insultos "racistas y vejatorios" de un grupo de jóvenes en una piscina privada de Colmenar Viejo, según denunció a la Guardia Civil el padre español del pequeño Mohamed, de nueve años.Los supuestos agresores, después de quitarle al niño sus sandalias y colocarlas en un lugar inaccesible para él, le insultaron llamándole "mono", "moro mierda" y "puto moro", y le invitaron a "volver a su país", siempre según la versión del denunciante. Mohamed intentó defenderse tirando piedras, momento en el que, según la denuncia, fue "encerrado en los lavabos para que se calmase".
La familia fue avisada y acudió a recoger al niño, que se encontraba en un estado de "fuerte excitación". Este periódico trató sin éxito de recabar la versión de los responsables de la piscina.
Un portavoz de la Guardia Civil aseguró, sin embargo, que "no hubo agresión", sino "sólo algunos insultos", y que el incidente "no había sido para tanto". Mohamed, que hasta el lunes había disfrutado de una "feliz estancia" en Colmenar, según su familia de acogida, pedía ayer a su hermana madrileña: "No más España, quiero volver al Sáhara".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de agosto de 1999