La tercera de las catas que los arqueólogos de la Comunidad realizan en la plaza de Ramales, en cuyo subsuelo está enterrada la iglesia de San Juan Bautista, ha sacado a la luz piezas de cerámica de la edad del hierro, hace 3000 años, junto a restos humanos que estaban revueltos cuando se descubrieron, informa Efe. Los trabajos que la Dirección General de Patrimonio efectúa en Ramales tienen como objeto completar la documentación de la iglesia de San Juan, en la que fueron enterrados Diego de Silva y Velázquez y su esposa en 1660. Los técnicos no descartan localizar el cadáver del pintor, aunque mantienen que no es el principal objetivo de esta prospección."Poder documentar esta iglesia es muy importante para completar la historia de la ciudad", declaraba hace unos días uno de los arqueólogos. Otro de los objetivos de la excavación es estudiar la ocupación humana de la zona a lo largo de los siglos. "En esta cata han aparecido el muro de los pies de la iglesia y uno de los ángulos de la fachada sur. También una serie de zanjas con relleno, fragmentos de cerámica de la edad del hierro y una zona con restos humanos revueltos que posiblemente formen parte de osarios pegados al muro lateral del templo", declaró uno de los técnicos que trabajan en estas excavaciones.
Para llevar a cabo esta nueva cata, se ha abierto un boquete en el asfalto de cuatro metros de ancho y seis de largo con una profundidad de 40 centímetros. De momento, estos trabajos no han necesitado que se corte el tráfico.
Con los sondeos anteriores, los arqueólogos de la Comunidad han fijado los planos de la iglesia de San Juan, un antiguo templo sobre el que existía poca documentación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de agosto de 1999