Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Internet

Playa de San Juan, Alicante.

Por la importancia del personaje y por lo que su declaración concierne a países como España, me permito transcribirle un fragmento de la entrevista acordada por Derrick de Kerckhove, director del programa de cultura y tecnología de la Universidad de Toronto, al periódico Voir, de Montreal (volumen ocho, número tres, agosto de 1999), hablando de la importancia del sistema de comunicación global que es hoy Internet para el desarrollo de la cultura universal:"Lo que resulta grave es el comportamiento de los gobiernos de Europa que continúan imponiendo tarifas por cada minuto de uso del teléfono, lo que tiene como consecuencia una auténtica estrangulación de la inteligencia de sus poblaciones. Con su increíble avaricia, están retrasando la evolución psicológica de su gente al no permitirles el acceso a las redes de comunicación. En la actualidad, nuestras tecnologías ya no son únicamente tecnologías del gesto o de la mano, sino del pensamiento. La revolución industrial fue la de la multiplicación del gesto, mientras que la era electrónica permite la multiplicación del pensamiento". Evidentemente, ese comentario, aplicado a España, ya no afecta a nuestro Gobierno, que ha liquidado sus intereses en nuestro sistema de telecomunicación. Pero los intereses privados que lo controlan ahora, preocupados exclusivamente por el beneficio, no van a hacer lo que nuestros gobiernos, de quienes se esperaría una preocupación social, no hicieron.

Persiste, sin embargo, la posibilidad de que el Estado, ahora que teóricamente ya no obtiene beneficios del sistema, imponga a sus controladores unas normas que dejen de trabar la expansión de esta revolución tecnológica. A menos, evidentemente, que tengan las mismas razones que tuvieron los señores del antiguo régimen para frenar la instrucción pública por todos los medios. Lo que no impidió que la revolución burguesa acabase quitándoselos de en medio. Más les hubiera valido adoptar la pragmática postura anglosajona que dice: "Si ves que a la larga no puedes vencerlos, más te valdrá unirte a ellos".- Catedrático emérito de la Université Laval.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de agosto de 1999