La estructura de un viejo edificio deshabitado del casco antiguo de Alicante se desplomó a las 16.30 de ayer sin causar víctimas. Los vecinos salieron de sus casas alarmados al oír el estruendo que provocó el derrumbe del inmueble, adquirido por el Ayuntamiento de Alicante para la construcción de un edificio destinado a viviendas y a la sede social del Patronato de Santa Cruz. "Ayer vimos a niños jugando dentro de la casa", dijo un vecino de la calle San Rafael, donde se produjo el siniestro. El nuevo derrumbe constata la desidia municipal con el casco antiguo. El Ayuntamiento no ha sido capaz de cumplir sus compromisos inversores en la zona, plasmados en un convenio que suscribió con la Generalitat Valenciana para rehabilitar el popular Barrio alicantino. El proyecto previsto sobre la finca que se deplomó ayer tendría que haber estado ejecutado el pasado mes de diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999