La promesa estival de Jordi Pujol le costará a la Generalitat alrededor de 500 millones de pesetas, que irán a cargo del presupuesto de 1999 del Departamento de Bienestar Social. Esta consejería gestionará el envío, este mismo año, de esta paga única que deberán percibir los 70.000 catalanes que cobran pensiones no contributivas y asistenciales. Según datos facilitados ayer por la Generalitat, en Cataluña hay 51.000 ciudadanos que ingresan 38.000 pesetas al mes de una pensión no contributiva. Otros 19.000 más cobran una pensión asistencial de 25.000 pesetas. Para los primeros, la paga única que hoy aprobará el Gobierno de CiU les reportará unas 7.800 pesetas, mientras que a los segundos les supondrá 5.250 pesetas. En ambos casos se aplica el 1,5% del diferencial registrado, desde 1995, entre la inflación catalana y la media del conjunto de España. Si estas pagas extraordinarias se dividen por los 48 meses en que Cataluña ha sufrido esta subida de los precios superior a la del resto del Estado, los pensionistas percibirán un aumento de sus ingresos que representa entre 162 y 109 pesetas al mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999