Las cúpulas del PSC y de Iniciativa-Verds (IC-V) han negociado contrarreloj durante la última semana la presentación conjunta de sus candidaturas en las provincias de Lleida, Girona y Tarragona, en un esfuerzo para poner en juego todas sus bazas en los feudos de CiU. Anoche se daba el acuerdo por hecho, pendiente de ratificación por los órganos máximos de dirección. El plazo para presentar coaliciones electorales, que es la forma legal que deberían adoptar estas candidaturas, expira el 3 de septiembre. Eso significa que las decisiones correspondientes deben ser ratificadas entre hoy y mañana.Iniciativa per Catalunya alcanzó el 11% de los votos en las pasadas elecciones autonómicas pero, como le había pasado ya en las anteriores, no obtuvo ningún diputado en las provincias de Lleida y Girona porque en ellas hay muy pocos escaños. Eso supuso que en Lleida se perdieron para la izquierda el 4,16% de los votos. Y el 4,01% en Girona. En total, unos 20.000 votos. Hay que llegar al 6,5% en esas provincias para conseguir por lo menos un diputado. El sistema electoral castiga a los partidos menos votados.
Hace más de dos años comenzó a hablarse de la posibilidad de una candidatura conjunta de las fuerzas progresistas para articular una propuesta ganadora frente a CiU. La posibilidad de un acuerdo parcial entre PSC e IC, que comprendiera unir sus listas en estas provincias, fue defendida desde el principio por algunos dirigentes de ambos partidos. Pero entonces estaban en minoría.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999