4.000 extranjeros viven actualmente en Canarias en situación irregular. Son cálculos del Gobierno autónomo, realizados según las solicitudes de regularización presentadas, e incluyen tanto a los que llegan con papeles (ya sea con visado turístico, permiso de residencia o de estudios ya caducados) como a los que llegan a las islas en patera o como polizones en barcos.La inmigración en Canarias es un fenómeno en claro ascenso. En 1994 hubo dos detenciones por tratar de arribar a la costa en falúas. En 1998, 399. Este año, hasta el 4 de agosto, se han contabilizado 268. Un 95% de ellos, asegura el Gobierno autónomo, ha sido devueltos a sus países.
El Ejecutivo canario defiende tres ejes para su política respecto a la creciente inmigración: control de flujos de entrada, integración de los que llegan y cooperación al desarrollo regional en los países emisores, una medida que considera "la más efectiva" para atajar un problema que nace del "abismo socioeconómico" entre Europa y África.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999