El adiós definitivo al marco alemán está cada día más cerca. El euro, la nueva moneda europea, parece cada día más familiar. Con este adiós a un trozo de la identidad alemana pierde también importancia una figura de referencia: el presidente del banco central alemán, el Bundesbank, la encarnación de la conciencia de estabilidad en este país.No puede pasarse por alto que la mirada de la mayoría de la opinión pública se dirige desde hace tiempo al presidente del Banco Central Europeo cuando se trata de garantizar el valor del dinero y gestionar los tipos de interés. Por tanto, la despedida del presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, tiene un significado más profundo que los anteriores cambios en la dirección del banco central alemán.
Tietmeyer ha sido el último guardián de la moneda alemana o, en palabras del periódico francés Le Monde, el último sumo sacerdote del marco.
La jubilación de Tietmeyer señala el fin de una época en la que el marco alemán se había convertido en el áncora de estabilidad europeo, y el Bundesbank, en el respetado, pero también temido, segundo banco emisor del mundo.
(...) Los sucesores de Tietmeyer no podrán alcanzar ya aquella popularidad de la que han gozado el ex presidente Tietmeyer y sus predecesores en virtud de la soberanía del Bundesbank en materia de política monetaria. (...)
30 de agosto
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999