La Cámara de Comptos de Navarra, el órgano fiscalizador de la comunidad, ha pedido al Gobierno de UPN que negocie con el Estado un convenio para delimitar con claridad las competencias y responsabilidades de la Policía Foral, especialmente las de tráfico y policía judicial, que en la actualidad comparte con la Guardia Civil, lo que puede generar "conflictos y problemas" en un futuro. La sugencia de Comptos está incluida en su informe fiscalizador sobre los gastos e ingresos de la policía autonómica navarra y obedece a la necesidad de definir el modelo policial que Navarra desea para el siglo XXI, sobre el que actualmente no existe un consenso. A finales de 1998 el cuerpo de la Policial Foral de Navarra tenía 447 agentes, de los que 140 realizan labores de control del tráfico, 131 se dedican a la protección de edificios y 63 trabajan como escoltas de autoridades. Cuenta además con 71 agentes en el gabinete técnico, 29 en las patrullas de protección ecológica y 11 en la sección de juegos y espectáculos. La Policía Foral costó a los navarros 2.484 millones de pesetas el año pasado, un coste "adecuado", según Comptos, si bien destaca la necesidad de reclamentar claramente las cuestiones de personal, destinos y estructura de mandos. Por otro lado reconoce la imposibilidad de analizar los niveles de "eficacia, eficiencia y economía" de las diferentes unidades policiales debido a la "ausencia de indicadores adecuados" y propugna que una actividad tan esencial en todo cuerpo policial como es el entrenamiento físico se realice en instalaciones propias y bajo la supervisión de personal técnico. Ahora los policías forales realizan sus prácticas físicas en un gimnasio privado de Pamplona, sin ningún control.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 1999