VIENE DE LA PÁGINA 1 Un enorme panel publicita la figura del presidente de Nicaragua a las puertas del edificio del hospital materno-infantil de Diriamba. Una inmensa foto de Arnaldo Alemán, acompañado de la leyenda "Obras, no palabras", atribuye el éxito de una inversión desarrollada íntegramente con fondos públicos de la Generalitat a las autoridades nicaragüenses. Para los responsables de las obras la foto de Alemán no pasa de ser una broma. La falta de delicadeza de Zaplana, que no mostró ninguna curiosidad por el desarrollo del proyecto, les resultó sorprendente. Pero la ausencia de la nueva directora general de Cooperación, Pilar Mateo, que fue invitada a conocer el estado actual de la inversión más importante de su departamento, es preocupante. Mateo, que acompañó al presidente hasta Colombia, prefirió quedarse un día más en el país andino antes que conocer de primera mano el hospital. Las obras están a punto de concluir y todo el material y mobiliario está almacenado en contenedores en Managua. Pero queda pendiente la elaboración del estatuto jurídico del centro, imprescindible antes de proceder a su donación; la constitución de un patronato que supervise la gestión del hospital; la definición exacta de la plantilla que atenderá la clínica y la posible participación temporal de médicos valencianos para poner en marcha la inversión. Aspectos todos ellos que deberían abordarse desde la esfera institucional. Zaplana aseguró estar perfectamente informado del estado de las obras, afirmó que el hospital será inaugurado con presencia de la Generalitat y liberó de responsabilidad a la directora general de Cooperación, empeñada en otros asuntos en Colombia. Recordó, además, que su presencia en Nicaragua no tenía carácter institucional. Pero su escaso interés defraudó a los responsables de la ejecución del hospital que, cansados de luchar contra la Administración nicaragüense y de la falta de profesionalidad de los obreros locales, esperaban recibir algún calor de parte del máximo responsable de la Generalitat y, al fin y al cabo, socio capitalista del proyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de septiembre de 1999