España, que se ha pronunciado en favor del derecho injerencia humanitaria, también considera que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe reformarse, limitando el derecho de veto, y ampliando el número de sus miembros a fin de que su funcionamiento sea más "transparente y democrático".El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, reconoce que aunque es deseable siempre la autorización del Consejo de Seguridad antes del empleo de la fuerza, y más cuando ocurre en una crisis interna de un país, la situación no siempre lo permite. Abel Matutes considera que, en política internacional, a veces hay que elegir "entre lo malo y lo peor".
En opinión del jefe de la diplomacia española, lo malo sería la intervención en Kosovo y lo peor, la tragedia humanitaria que estaba produciéndose por la no intervención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de septiembre de 1999