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CARTAS AL DIRECTOR

Sociedad insensible

Mientras los políticos discuten las mil pesetas que piensan subirles a los viejos, en algunos hospitales del Insalud se les discrimina por razón de edad a la hora de operarles o de ocupar una REA o una UVI. Supongo que ser viejo nunca ha sido fácil, pero en la actualidad raya en el delirio. Familias que no los quieren, sanidad que los discrimina, políticos que los utilizan como mercancía electoral. Y, para disfrazar la realidad, a los asilos se les llama "residencias"; a la vejez, "tercera edad"; a las pagas de subsistencia, "pensiones".Todo un despliegue de marketing para ocultar lo evidente: que en esta sociedad los viejos no tienen cabida. Porque es mercantilista y se mueve por criterios económicos. Sin valores éticos en los que, a falta de soluciones, las frases hechas son la venda que oculta la realidad. Sociedad insensible que huye del dolor a cualquier precio ignorando su propia condición, en la que envejecer es una etapa más de la vida. Y no estoy hablando de una u otra opción política. De ese desaguisado, en mayor o menor grado, todos somos culpables.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de septiembre de 1999