La pérdida de contacto con la sonda Mars Climate Orbiter en el momento en que debía situarse en órbita de Marte recuerda lo que pasó en 1993 con otra nave espacial en una situación semejante, la Mars Observer. Tras el éxito de las dos sondas Viking que se posaron en Marte en 1976, la NASA partió a la reconquista del planeta en 1992 con la Mars Observer, una sonda de cerca de tres toneladas. Por una razón todavía desconocida, las comunicaciones entre la Tierra y la nave se interrumpieron el 21 de agosto de 1993, justo antes de que la nave llegara a Marte.Como siempre que sucede algo raro en Marte, no faltaron quienes dijeron que la NASA había saboteado la nave porque ésta había observado la existencia de marcianos. El caso es que este fracaso llevó al diseño de misiones más baratas y pequeñas, una de las cuales es la Mars Climate Orbiter, que lleva precisamente una copia de uno de los instrumentos de la nave desaparecida en 1993.
Fracasos
La exploración de Marte ha estado sembrada de este tipo de fracasos. En total, se han lanzado hacia el planeta 26 misiones desde 1960 y muchas de ellas no lograron llegar. Después de la Mars Observer de Estados Unidos, los rusos sufrieron el fracaso de la Mars 96, y antes, en 1988, de la Phobos 1. En esta última, el error de un programador hizo que la nave se apagase. Los planes actuales de la NASA son lanzar dos naves cada dos años, en las fechas en que lo permite la situación relativa de la Tierra y de Marte, con diferentes y complementarios objetivos, hasta lograr conocer el planeta rojo tan bien como se conoce ya la Luna y con la esperanza de encontrar indicios de la existencia de vida en alguna época de su existencia. Europa y Japón también han lanzado o van a lanzar misiones hacia Marte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de septiembre de 1999