Mientras las orquestas sinfónicas viven un periodo de auge en España, los grupos de cámara no consiguen, desde hace décadas, levantar cabeza. Los ciclos de conciertos dedicados a la música de cámara escasean tanto que para un grupo sobrevivir en semejante páramo resultaToque sureño
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de septiembre de 1999