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Los agricultores del marjal de Pego inician la quema ilegal de rastrojos

Un grupo de agricultores, con el apoyo de la Comunidad de Regantes de Pego, quemaba en la tarde de ayer restos del arroz cultivado de forma ilegal en el marjal de Pego-Oliva. El incendio de rastrojos, que produjo una gran humareda, tiene como objetivo preparar el terreno para volver a iniciar el ciclo del arroz. La acción contraviene de nuevo la orden de un juzgado de Dénia que prohíbe cualquier transformación del humedal y evidencia que los agricultores, con el apoyo del alcalde de Pego, Carlos Pascual, hacen caso omiso a las directrices que desde el pasado mayo marca el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del parque, y que no contempla el cultivo de arroz. El área afectada comprende unas 300 hectáreas en la parte más baja del humedal. Es por ello que, según fuentes consultadas por este diario, para mantener la zona seca y reanudar la plantación de arroz será necesario que las bombas de extracción de agua, que funcionan en el corazón del parque financiadas por el consistorio pegolino, rindan a su máxima potencia. La Consejería de Medio Ambiente ya denunció, en marzo de 1997, la quema, en aquella ocasión de cañaverales, en el marjal con el fin de ampliar las zonas de cultivo de arrozales, denuncia que imputa a Pascual y al presidente de la Comunidad de Regantes de Pego, José Orihuel.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de septiembre de 1999