La disolución del consejo de redacción de la revista Canelobre, dependiente del Instituto de Cultura Juan Gil Albert de Alicante, responde al deseo del PP de "vigilar y controlar" los contenidos de dicha publicación, según personas cercanas a la misma. Para el socialista Antonio Amorós esta decisión, anunciada a principios de la semana pasada por el diputado de Cultura de la Diputación, Miguel Valor, "es una torpeza política que acarrea un desprestigio del Gil Albert". Celso Serrano, que el viernes pasado renunció a aceptar el puesto de subdirector de la publicación, señala que "se ha querido torpedear, o quizá sujetar, a Canelobre". Ambos coincidieron en señalar al consejo de redacción como órgano "imprescindible" para garantizar la pluralidad en el seno de la revista. Serrano fundamentó ayer que su renuncia se debió a "un defecto de forma", ya que la Diputación no le consultó su nombramiento, del que se enteró a través de los medios de comunicación. La misma razón dio Miguel Ángel Lozano para no continuar como director de Canelobre. Fuentes del extinto consejo señalaron que la disolución no es la primera injerencia del equipo de Julio de España en los contenidosUn número dedicado a los años sesenta no llegó a ver la luz porque "molestaba a los de arriba". El director de Publicaciones del Gil Albert, José Luis Ferris, se mostró confiado en que la supresión fuera temporal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de septiembre de 1999