Domingo 19 de septiembre, en la sección Madrid del diario EL PAÍS, bajo el epígrafe "La fiesta del buen rollito", en referencia a la 22ª edición de la celebración del PCE en la Casa de Campo, se relata cómo varios grupos de adolescentes se lo pasan en grande consumiendo de manera abusiva alcohol y todo tipo de drogas como algo muy normal para este tipo de acontecimientos.Lunes 20 de septiembre, en la sección Madrid del diario El Mundo, aparece una información en la cual Inés Sabanés, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid, denuncia a éste por incitar al consumo de alcohol y tabaco por medio de sus vallas publicitarias.
Comparo ambas informaciones y mi confusión es total, surgiéndome de inmediato varias preguntas que me gustaría que me respondiera la citada concejal. Primera, ¿debería el Ayuntamiento hacer uso de sus vallas publicitarias incitando al consumo de alcohol y tabaco, pero sin citar marcas comerciales? Segunda, ¿es acaso el consumo de alcohol y tabaco una actitud sólo patrimonio de la izquierda? Y por último, ¿es éste un ejercicio de doble moral, por el cual el consumo de drogas según quien lo incite es bueno o malo?- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de septiembre de 1999