Me han parecido realmente emocionantes las imágenes de quien lo ha sido todo en el mundo, Gorbachov, llorando, besando y despidiendo a su difunta mujer, Raísa.Me parece que, cuando en las revistas del corazón se alardea tanto de deslealtad, hay que agradecer al fundador de la perestroika su ejemplo de fidelidad hasta el último momento.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de septiembre de 1999