La compañía británica Debonair cayó víctima de la fuerte competencia en el sector europeo de vuelos de bajo coste y se vio obligada a anunciar ayer la suspensión de pagos. Todos sus vuelos, incluidos los desplazamientos a España, fueron suspendidos desde primera hora de la mañana, al tiempo que se nombró a la firma Deloitte&Touche como auditora oficial. Debonair no ha obtenido beneficios desde su lanzamiento, en 1996. El mes pasado anunció que cerró el primer trimestre de 1999 con unas pérdidas de 2,2 millones de libras (unos 550 millones de pesetas).-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de octubre de 1999