El estereotipo de canción pop es una composición breve, dotada de una melodía resultona y fácil de asimilar, resguardada por voces cuidadas e interpretada con una viveza que, en la mayoría de los casos, transmite vitalidad y optimismo. Pero no todos los artistas encuadrados en la música pop se ciñen a tan estrechos parámetros. Un ejemplo es Black Heart Procession, el grupo que hoy (21.00) actúa en la sala Xurrut, de Gorliz. La música del trío estadounidense poco tiene que ver, en principio, con las enseñanzas de los Beatles y demás tejedores de armonías, como demuestran en 2 (Touch & Go), el disco que actualmente presentan en Europa. Sus 11 temas son una nítida muestra de música introspectiva, levemente tortuosa y ejecutada con la fría parsimonia de los cantautores más descarnados. Black Heart Procession se formó en 1997, tras la disolución de 3 Mile Pilot. Dos miembros de este conjunto decidieron seguir adelante y reclutaron a un batería. Con él han grabado sus dos elepés (titulados gráficamente 1 y 2), pero en sus actuaciones en directo llegan a juntarse ocho músicos. Si bien hoy subirá al escenario el trío base, que se arregla con guitarra, batería, piano y una gran sierra a cuya hoja exprimen sonido con un arco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de octubre de 1999