El congreso Cristianismo, Iglesia y Sociedad, cuya celebración desaconsejó el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, se clausuró ayer con una llamada al diálogo entre todos los movimientos cristianos y las religiones universales del mundo. En el marco de la ponencia sobre las relaciones interconfesionales, Félix Martí, presidente del Centro Unesco de Cataluña, dijo que el gran papel que pueden desempeñar hoy las religiones, "cada una desde su tradición e identidad", es defender la dignidad humana en todo el mundo y hacer frente a las desigualdades sociales. "Mucha gente espera que el capital de las religiones se oriente hacia la construcción de un mundo más humano", manifestó Martí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de octubre de 1999