El sector audiovisual no debe estar sometido a reglas "de carácter puramente comercial", dijo ayer el ministro francés de Exteriores, Hubert Védrine, en una reunión con más de 80 personalidades de la comunicación que se celebra en París, organizada por el grupo Canal +. Ante la próxima ronda de negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Francia desea que "otras instancias multilaterales, en particular la Unesco", desempeñen su papel para preservar esa "excepción cultural", como ya hizo en 1993 con ocasión de una negociación anterior de la OMC.
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Son miembros del Museo de la Televisión y de la Radio creado en 1975 en Nueva York para defender el patrimonio audiovisual. Se reúnen muy de vez en cuando y esta vez, en París, lo hacen junto con altos directivos de la BBC, el grupo Bertelsmann, el grupo de Murdoch, la RAI, Mediaset, la Fox, Carlton Communications, Kirch, Yahoo, Hollinger, Capital Research Company, Vivendi, NBC o France Télévision. Durante dos días, en los aristocráticos salones del Quai d"Orsay o en el universo tecnocrático del ministerio de Finanzas, 84 directivos de la comunicación discuten con los responsables franceses del sector audiovisual sobre la necesidad de dejar todo lo que es televisión, disco y cine fuera de las negociaciones de la OMC previstas para noviembre en Seattle (Estados Unidos)."Lo audiovisual no debe estar sometido a reglas de carácter puramente comercial" expuso Hubert Védrine, titular francés de la cartera de Exteriores. Para Catherine Trautmann, ministra de Cultura, hay que prestar atención a los cambios que supone la existencia de Internet pero eso no significa que "el modo de transmisión de un servicio modifique su naturaleza" pues "hablamos de contenidos y no de nuevas tecnologías". El propio presidente de la República, Jacques Chirac, lamentó ante los asistentes que "las cadenas francófonas estén prácticamente excluidas" de las redes estadounidenses de cable.
El moderador de la reunión es el antiguo hombre de confianza del presidente Nixon, Henry Kissinger, mientras que el informe inicial fue confiado a Pierre Bourdieu, un intelectual izquierdista, que mantiene una actitud muy crítica con los discursos liberalizadores y mundialistas. Sobre Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, recaerá la tarea de presentar hoy una síntesis de todas las intervenciones oídas.
Para Francia, se trata de ganar para su causa a algunos de los invitados y de recordarles a los estadounidenses que el déficit europeo en materia audiovisual ha crecido mucho en un decenio: desde los 2.000 millones de dólares en 1988 a los 6.500 millones en 1998.
Entre los invitados se encuentra Viviane Reding, la nueva comisaria europea para la Educación y la Cultura. Las autoridades y los industriales franceses quieren presentar ante ella un frente unido y, sobre todo, argumentos para mantener la noción de "excepción cultural" y la cláusula de "nación más favorecida" para todos los países de la UE cuando se trate de exportación de productos audiovisuales. Piensan que del resultado de este trabajo depende no sólo la supervivencia de la industria cinematográfica o televisiva francesa, sino el que en Europa se mantengan cuotas de pantalla, programas de cooperación y televisiones o radios potentes sostenidas con fondos públicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de octubre de 1999