Los comerciantes y los vecinos del barcelonés barrio de Sants, que el martes sufrió la actuación vandálica de centenares de jóvenes pertenecientes a grupos violentos de extrema izquierda, intentaban ayer recuperar la normalidad limpiando las calles de los restos de la batalla. El Ayuntamiento de Barcelona ha evaluado en cinco millones de pesetas los desperfectos causados en el mobiliario urbano, cantidad a la que se deberán añadir los daños sugeridos por comercios y entidades bancarias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de octubre de 1999