El alcalde de Barcelona, Joan Clos, condenó ayer los incidentes causados por manifestantes antifascistas en el barrio de Sants y los calificó de "violencia gratuita". Clos aseguró que el Ayuntamiento tomará las medidas necesarias para que no se instalen en la ciudad "estas actitudes intolerantes y violentas que no tienen ningún sentido". El alcalde manifestó: "Precisamente porque no hay ninguna explicación que yo pueda entender, los actos son aún más condenables", y añadió que el Ayuntamiento intentará solventar por vía judicial los daños ocasionados tanto a los equipamientos de la ciudad como a los particulares. Los primeros han sido evaluados en unos cinco millones de pesetas.El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pidió "que no haya condescendencia en el sentido político de la palabra" con actos de vandalismo y destrozos como los producidos tras la manifestación antifascista en Sants.
Pujol explicó que "en el pasado ha habido momentos con actuaciones similares" de violencia callejera provocada por jóvenes, "y los políticos han sido un poco condescendientes".
Pujol aprovechó para recordar que la Generalitat no tiene transferidas las competencias en materia de seguridad en Barcelona. "No hemos hecho el despliegue, no es competencia ni jurisdicción nuestra", dijo.
El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, condenó "con toda rotundidad" los incidentes y pidió la colaboración ciudadana para evitar que el clima de enfrentamiento "cuaje" en la sociedad catalana. "Son actos absolutamente rechazables y todos debemos hacer un esfuerzo para que no se reproduzcan", dijo.
Rafael Ribó (IC-V) aseguró que la policía actuó con cierta "pereza o lentitud" en los disturbios. En su opinión, actos "vandálicos" como éstos son "inaceptables", aunque se trate de "hechos aislados que no responden a ningún planteamiento político".
Antoni Lucchetti, líder de EUiA, condenó la conducta violenta de los jóvenes y matizó: "Aunque compartimos la raíz de la rebelión de estos jóvenes, éstas no son formas de actuar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de octubre de 1999