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Detenidos dos jóvenes por el incendio en el que murieron dos niños en Jerez

Los vecinos de la calle Gandallana de Jerez tenían razón. El incendio en el que perecieron Jennifer y Fernando, de once y tres años, que vivían en un bajo de apenas 50 metros cuadrados con otras seis personas, fue intencionado. La policía detuvo ayer a dos hermanos toxicómanos, primos de los pequeños fallecidos, acusados de haber prendido fuego a la casa por un ajuste de cuentas relacionado con las drogas. El informe sobre el siniestro elaborado por la Policía Judicial de Sevilla y las declaraciones de una de las personas heridas han sido clave para determinar lo sucedido. Los primeros indicios no hacían pensar que el incendio pudiera haber sido provocado. Los investigadores policiales hablaban de un posible fallo en el sistema eléctrico, que había sido revisado días antes, y de la fatalidad como causantes de la muerte de los dos pequeños. La vivienda que compartían con sus madres y otros cuatro niños ardió por los cuatro costados en pocos minutos. Las llamas se avivaron al prender en la gasolina de dos ciclomotores que estaban en la casa.

Pese a las primeras pesquisas, la policía tomó declaración a los familiares y vecinos de las víctimas, muchos de los cuales sostuvieron que había pasado "algo raro". La policía centró luego sus sospechas en dos toxicómanos que dormían en el interior de un coche abandonado frente a la vivienda la noche del suceso. Ayer fueron arrestados como presuntos autores del incendio.

J. G. B. y P. G. B., de 29 y 18 años, son hermanos entre sí y sobrinos de las madres de los dos menores fallecidos, las hermanas María y María del Mar Gallo Montoya. Los dos detenidos ya habían pasado por las dependencias policiales el pasado lunes, pero la ausencia de pruebas que permitieran confirmar que el incendio fue intencionado hizo que quedaran en libertad tras ser interrogados.

Sin embargo, al día siguiente llegó desde Sevilla el informe de la Policía judicial, que da por seguro que las llamas no se iniciaron de manera fortuita. Se ordenó entonces la búsqueda y captura de los dos presuntos culpables. La declaración de María Gallo Montoya, que asegura que los dos toxicómanos la habían amenazado el día antes con quemarle la casa, confirmó las sospechas.

Ajuste de cuentas

Ambos detenidos son sobrinos de la mujer que les acusa y habrían actuado, según fuentes policiales, por un ajuste de cuentas relacionado con las drogas, motivo por el cual tenían frecuentes discusiones con las inquilinas de la casa a la que presuntamente prendieron fuego.

Las pesquisas apuntan a que el fuego pudo comenzar en la puerta de la vivienda después de que los acusados vertieran gasolina por debajo de la misma. Además, la policía cuenta con el testimonio de una vecina que aseguró haber visto en el lugar una lata de combustible.

La policía tomó declaración nuevamente durante la mañana de ayer a los detenidos, que permanecerán aislados en los calabozos de la comisaría jerezana hasta que sean puestos, posiblemente hoy, a disposición de la juez del caso, Lourdes Marín.

Por otra parte, uno de los niños heridos en el incendio recibió el alta médica en el día de ayer en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde aún permanecen ingresadas las madres de los menores fallecidos. María Gallo podría regresar a Jerez a comienzos de la próxima semana, mientras que la recuperación de su hermana, María del Mar, con quemaduras en más del 20% de su superficie corporal e ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos por problemas respiratorios, se retrasará todavía algunas semanas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de octubre de 1999

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