El futuro Museo de Colecciones Reales ya es viable. El volumen de los vestigios arqueológicos hallados en el subsuelo de la explanada entre la catedral de la Almudena y la plaza de la Armería se considera integrable dentro de su recinto, según los responsables de Patrimonio Nacional. Siete equipos de arquitectos trabajan para adaptar un museo de arte suntuario a las ruinas más significativas del origen de la ciudad. Carrozas, tapices, porcelanas, platería, cristal e instrumentos musicales habrán de coexistir con la piedra de los paños de la muralla árabe madrileña.
El futuro Museo de Colecciones Reales ya tiene dimensiones. Así lo anunció ayer Manuel del Río, director del Patrimonio Arquitectónico e Inmuebles de Patrimonio Nacional.Durante un trimestre largo, el proyecto se mantuvo informe, a la espera de los resultados consecutivos a la excavación arqueológica acometida bajo la explanada de la plaza de Armería y la catedral de la Almudena por un equipo de facultativos dirigido por Esther Andréu.A partir de ahora, bajo esa gran explanada, siete equipos de arquitectos seleccionados para tal fin deberán encontrar la ecuación más armoniosa entre 9.000 metros cuadrados dedicados a salas de exposiciones, 5.000 consagrados a almacenamientos, 8.000 a dependencias de mantenimiento y servicios y 2.200 más para albergar recintos de conservación. Igualmente, los arquitectos deberán hallar espacio para encajar unos 900 metros cuadrados de restos arqueológicos encontrados durante la reciente excavación. Un jurado elegirá al ganador el 15 de noviembre.
Éstas son las principales magnitudes, levemente rectificables aún, a las que los proyectos arquitectónicos del futuro museo habrán de atenerse. Las tareas arqueológicas emprendidas a principios de verano han llegado a puerto. Sus principales hallazgos han sido dos tramos de 42 metros y 8,5 metros, respectivamente, de las dos murallas árabes, de cal, canto y argamasa, denominadas interior, árabe primitiva, y exterior, mozárabe. Ambas, la primera en torno a una ciudadela fortificada y la segunda alrededor de una medina, cercaban la considerada como almendra central sobre la que Madrid fue fundado, presumiblemente entre los años 852 y 866, por MohamadI, quinto emir independiente de Córdoba, hijo de Abderramán II, sobre un villorrio visigótico agazapado entre las colinas gemelas de Las Vistillas. Otros hallazgos son vestigios de casas adosadas a las murallas por los primitivos pobladores árabes y mozárabes -luego asimilados-, restos de las denominadas casas de pajes del antiguo alcázar de los Austrias, cimientos bien conservados de las antiguas caballerizas reales y numerosos testimonios de cerámica entre los siglos XVI y XIX, más un fragmento de cornisa estucada de medio metro de longitud con inscripciones islámicas medievales bien visibles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de octubre de 1999